23 de abril de 2010

Jesús viene a buscarte: ¿Quieres ir a Casa?

"Voy a prepararos un lugar. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis." (Juan 14:2)

Cuando vemos la Biblia en su conjunto y vemos que Dios jamás ha fallado en una promesa, sino que ha sido fiel para cumplir todas y cada una de las promesas que nos hizo, nos damos cuenta que Jesús ciertamente cumplirá la última promesa que nos hizo a sus hijos:

Vendrá en las nubes, a buscarnos.

Nuestro padre ha preparado un lugar para nosotros, y vendrá a buscarnos, para que donde él esté, nosotros también estemos por los siglos de la Eternidad.

Yo ya tengo ganas de irme a casa... ¿Y tú?.

Jesús Volverá porque lo prometió

Cuando Dios promete algo a sus hijos, lo cumple. Quizás podamos desconfiar de él, o quizás veamos que tarda en cumplir las promesas que nos hace. Pero lo cierto, es que Dios las cumple, y en el momento justo. La Biblia está llena de promesas cumplidas por nuestro fiel padre, y nos da la seguridad de que muy pronto, vendrá en las nubes de los cielos, a buscar a sus hijos para llevarlos a una vida llena de felicidad por toda la eternidad.

Es por eso, que los cristianos, esperamos con gran gozo ese día, y confiamos en que Jésús cumplirá lo prometido.

Cuando Jesús se marchó de esta tierra, los ángeles de Dios animaron a los discípulos diciendo que no se entristecieran, puesto que el señor volvería a buscarlos:

"Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas,

los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo." Hechos 1:10,11

A partir de ese día, la esperanza de ellos, que vivieron día a día con Jesús, fue volver a verlo. Los mismos discípulos de Jesús, que conocieron al maestro en persona, no dudaron de su palabra ni por un instante:

"Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo;" Filipenses 3:20

¡ Somos ciudadanos de la patria celestial! La ciudad donde habita Jesús con sus ángeles... y pronto, estaremos allí con él.

"Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia." 2 Pedro 3:13

Pedro conocía bien a Jesús, y su deseo siempre fue ir a casa...

¿Tú también quieres ir a casa?

¿Hay lugar para mi allá en el cielo?

Querido amigo, si supieras que Jesús te ama desde siempre, sabrías que tu lugar allá a su lado está esperándote. Él te amó incluso desde antes de que tú nacieras.

"Según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él" Efesios 1:4

Dios pensó en tí mucho antes de la misma fundación del mundo. Antes de crear la tierra, Dios ya te tenía en su mente, en sus planes, con un propósito para ti, y ya te amaba antes de nacer. Es por eso que tú, tienes un lugar allá en el cielo cuando Jesús vuelva a buscarte.

¿Quieres saber desde cuando está preparado tu lugar en el cielo?

"Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo." Mateo 25:34

¿Qué debo hacer para irme con él?

La respuesta a esta pregunta es muy simple.

"Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna." Juan 3:16

"Si me amáis, guardad mis mandamientos." Juan 14:15

Cuando creemos en Jesús y lo amamos como amamos a un padre, estamos declarando que pertenecemos al pueblo de Dios, y nos hacemos dueños de las promesas que Jesús nos dejó.

Sólo necesitas un momento, para decirle a Dios que quieres estar allí con Cristo, y él, a través de la oración te escuchará.

Conclusión

Jesús prometió a sus seguidores: "VENDRÉ OTRA VEZ". Prometió regresar para llevar con él a un lugar muy especial, a todos los que en él creen.

La segunda venida de Jesús es una realidad de la que la Escritura habla unas 2.500 veces. El hecho de que Jesús volverá a la tierra por segunda vez es tan cierto como que vivió en ella hace dos mil años.

Hace mucho Dios prometió que el Mesías vendría. El Libertador que tomaría sobre sí mismo nuestra maldad y proveería perdón para los pecados de la humanidad. Esa promesa parecía algo inconcebible para el mundo antiguo, que luchaba en la oscuridad. Pero Jesús vino y murió en la cruz. La promesa se hizo una realidad más gloriosa de lo que imaginaban.

Su promesa de volver a la tierra también se cumplirá. Podemos confiar en Aquel que nos ama: volverá para llevar con él a aquellos por los cuales pagó un precio infinito.

Autor: Nicolás Aguirre Dobernack

por: jovenes cristianos.
 
Arreortua y Fuentes

La blanda respuesta quita la ira...‏

“La blanda respuesta quita la ira; mas la palabra áspera hace subir el furor.” Prov. 15:1.

El viejo dicho brasileño dice que "Cuando uno no quiere, dos no pelean". Es simple y al mismo tiempo, profundo. Es una manera popular de presentar lo que Salomón dijo hace siglos. No hay corazón que no se conmueva ante una respuesta amable.

La vida es como un espejo. Recibimos de vuelta la imagen que proyectamos. Las palabras duras producen reacciones agresivas. Las palabras suaves producen actitudes gentiles.

El adjetivo duro en hebreo es éseb, que también puede ser traducido como "que provoca dolor". Las palabras son como cuchillos de doble filo, sirven para el bien o para el mal. Apaciguan o enfurecen los ánimos. Conciertan relaciones o las destruyen. Traen alegría o provocan dolor.

Piensa en las veces en que podrías haber usado la palabra de un modo más edificante. No te proyectes a un tiempo lejano, piensa en lo que sucedió ayer u hoy, con tu esposa o con tus hijos.

Cuando las flechas envenenadas del furor traten de alcanzarte, usa como escudo protector la respuesta blanda, suave. No entres en el juego de la provocación. Responder en el mismo tono, dejándote llevar por la pasión del momento, no es evidencia ni de sabiduría ni de valor. Tú puedes vencer a los otros y ser considerado fuerte, pero si te vences a ti mismo serás poderoso. Este tipo de victoria solo se la puede alcanzar con la ayuda del Todopoderoso.

El control de las palabras comienza con el control de las emociones, y eso es obra del Espíritu Santo. Encuentro a menudo personas que me dicen: "Yo sé que mis palabras dichas de manera inapropiada me crean problemas, pero no consigo hacer nada para cambiar esta situación".

Esa es la diferencia entre el humanismo y el cristianismo. Mientras el primero deja toda la responsabilidad sobre sus hombros, colocando su interior como fuente del poder, el cristianismo enseña que el poder no proviene de dentro de uno, sino de arriba. El cambio de temperamento es un acto divino. Dios usa como instrumento la voluntad humana, pero la criatura no pasa de ser un medio. La fuente del poder es Dios.

Inicia las actividades de este día colocando tu voluntad bajo el control divino. Deja que Jesús viva en ti y controle tus palabras, porque "La blanda respuesta quita la ira; mas la palabra áspera hace subir el furor".

Alejandro Bullón

Ministerio Bullon

Que Dios les siga bendiciendo grandemente.

Arreortua y Fuentes

5 de abril de 2010

TU ESTABAS AHI CANTA ANA LAURA

Tu estabas ahi,  en todo momento estubo nuestro Dios con los grandes heroes de la fe, con el rey David, con Abraham, con nosotros tambien, y eso me llena de una gran satisfaccion.

este video lo relata muy bien.

editado por: G Emmanuel Baltazar G.
Iglesia Adventista del 7° Dia. El Espinal Segunda Seccion
Mision del Istmo.













Arreortua y Fuentes

2 de abril de 2010

AUNQUE EN ESTA VIDA CON MARIMBA

Es uno de mis himnos favoritos y ahora escucharlo interpretado con la marimba Melodias de Victoria mucho mejor, estoy seguro que como a mi les encantará.

para que lo escuchen les tengo el siguiente vínculo



y para que lo descarguen junto con otros himnos pueden hacerlo en el siguiente vínculo
http://fuentesadventistas.4shared.com/

que los dirfruten mucho
Que Dios les sigan bendiciendo grandemente.

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Quiero a Cristo



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