Si bien es cierto que Mateo 5:48 dice:
"Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto", Lucas 6:27-36, que es un contexto paralelo de Mateo 5:38-48 termina diciendo:
"Sed, pues, misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso" (Lucas 6:36).
Aunque ese mismo vocablo que encontramos el original griego para el "perfecto" de Mateo 5:48 (teleióo) es el que encontramos dos veces en Filipenses capitulo 3, existe una marcada diferencia entre la aplicación que Pablo le da a este vocablo en el versículo 12 en contraste con la que le da en versículo 15. Veamos:
"No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante" (Filipenses 3:12, 13).
Pablo en ese momento no consideraba que había alcanzado la perfección y refleja que es algo por lo cual debe y necesita seguir luchando. Estamos hablando de un Apóstol y Hombre de Dios que fue el mayor y más grande evangelista que este mundo haya conocido, y así y todo no se consideraba perfecto y proseguía en pos de esa perfección.
¿Hay entre nosotros alguien que ya se considere perfecto?
La respuesta es un obvio NO si usamos a San Pablo como ejemplo según el texto mencionado ya que se trata de un hombre de Dios que no consideraba haber alcanzado la perfección. Sin embargo, la respuesta es un absoluto SI, cuando usamos el contexto de San Pablo verbalizado dos versículos más tarde:
"Así que, todos los que somos perfectos, esto mismo sintamos; y si otra cosa sentís, esto también os lo revelará Dios" (Filipenses 3:15).
Pablo aquí, en tiempo presente, dice que ya somos perfectos y no solamente se incluye él mismo sino hace la mención en plural. La pregunta es, ¿Cómo puede ser aquí perfecta una persona que acababa de decir que aun no había alcanzado la perfección?
La respuesta es obvia. Como seres humanos pecadores que somos, no alcanzaremos una perfección completa hasta que no seamos restaurados después de la venida de Cristo, sin embargo, en Cristo Jesús y por su maravillosa gracia ya podemos decir y sentirnos perfectos en Él. La realidad es que no es solo la justicia de Cristo la que nos hace justos como demuestra el versículo 9 del mismo capítulo de Filipenses:
"No teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe" (Filipenses 3:9).
Sino también la obediencia de Cristo es acreditada a nosotros como nos dice el mismo Pablo en Romanos 5:19:
"Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos".
Efectivamente, podemos ser perfectos en el Año 2009 y esto lo podemos lograr de estas tres maneras:
- Siendo Misericordiosos. A veces no la pasamos criticando a otros y creemos que es nuestro deber estar juzgando a nuestro prójimo cuando Cristo mismo dijo bien claro: "Misericordia quiero y no sacrificio" (Mateo 9:13; 12:7).
- Creer, aceptar y sentir que ya somos perfectos en Cristo Jesús pues el mismo Apóstol dijo: "Así que, todos los que somos perfectos, esto mismo sintamos; y si otra cosa sentís, esto también os lo revelará Dios" (Filipenses 3:15).
- Continuar batallando en pos de esa perfección como hizo Pablo. Esto lo podemos lograr solo mientras nos mantengamos asidos de la mano de Jesús pues El nos dice: "Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer".
Un muy Feliz y Bendecido Año 2010 para todos y que pueda ser un año en el cual nos podamos mantener firmes en Cristo Jesús, sin quien no hay ni puede haber perfección o salvación.
Arreortua y fuentes
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