12 de noviembre de 2009

Dinosaurios: Preguntas que se hacen los cristianos -Segunda parte-



¿Cuándo existieron los dinosaurios?


No es tan clara la evidencia de cuándo existieron los dinosaurios. Aparecen en los estratos mesozoicos (“vida media”) del registro rocoso (columna geológica). Las fechas radiométricas para la ceniza volcánica y la lava asociada con ellos indicarían que vivieron entre 65 y 225 millones de años atrás, mucho antes de las edades bíblicamente aceptables. (De acuerdo al fechamiento radiométrico, la tierra tendría entre 4.600 y 4.700 millones de años).

Los huesos de dinosaurios más antiguos en el registro rocoso aparecen en la misma unidad del período triásico (Carniano), en cuatro de los continentes.12 Esta aparición difundida y diversa de los dinosaurios en el registro fósil es difícil de explicar de acuerdo a la teoría evolucionista corriente. Raras veces se presenta esta dificultad al público, lo que no es difícil de entender, porque a nadie le gusta hablar de cosas que no sabe.

Es importante recordar que las fechas radiométricas no son datos (hechos reales), sino cálculos basados en la distribución de materiales radioactivos en las rocas.13 El tiempo transcurrido no se mide directamente, sino que es un exponente en la fórmula que describe la pendiente de la línea generada por la distribución de los isótopos. Esta distribución se basa en propiedades físico-químicas dentro del cuerpo rocoso fundido. En consecuencia, el relato bíblico de la historia de la tierra es igualmente legítimo como fuente de datos respecto del tiempo.

En resumen, así como los científicos creen que tienen un medio confiable de medir los períodos de tiempo en el registro rocoso, muchos cristianos creen que tienen una fuente confiable de información (la Biblia) respecto a la edad de la tierra. En consecuencia, fijar la edad de los dinosaurios es asunto polémico.

¿Vivieron juntos dinosaurios y humanos? ¿Cómo?

La creencia en que humanos y dinosaurios vivieron al mismo tiempo en esta tierra, no se basa en evidencias científicas (no las hay) sino en la confianza en la palabra inspirada de Dios. La creencia de que Dios creó todas las cosas y que éstas eran buenas, así como la creencia de que no había “derramamiento de sangre” (depredación) en la tierra hasta después del pecado del hombre, llevan a muchos a creer que humanos y dinosaurios pueden haber vivido juntos pacíficamente.

Es importante observar que no todos los dinosaurios pertenecían a las variedades grandes y carnívoras.14 La mitad de las familias de dinosaurios tenían el tamaño de una jirafa adulta (unos 7 metros) o menos, y algunos eran del tamaño de un perro grande o un pavo. Además la mayoría eran herbívoros.

¿Es Satanás de algún modo responsable por el origen de los dinosaurios?

¿Alteraría Satanás de alguna forma el DNA de los animales para producir los dinosaurios? ¿Son los seres humanos responsables de ese origen? ¿Habrían manipulado genéticamente los primeros dinosaurios? En mi opinión, la respuesta a todas estas preguntas es “no”. Los dinosaurios eran organismos peculiares que tenían estructuras y trazos propios. Esto indica que su origen requirió más que una mezcla o alteración; requirió nueva información, una actividad creadora que la mayoría de los cristianos cree que reside únicamente en el poder de Dios.

¿Eran los dinosaurios cruza de otros tipos de animales?

El cruzamiento que algunos cristianos sugieren para dar origen a los dinosaurios exige crías viables a partir de una mezcla de mamíferos y reptiles, dos tipos zoológicos distintos. En nuestro mundo no es posible entrecruzar tipos. La cruza de especies es bastante común, aunque hay límites a este tipo de reproducción.15

¿Entonces crió Dios realmente a los dinosaurios?

¿Por qué habría de crear un Dios de amor al tiranosaurio? ¿Vivía el tiranosaurio en el Edén? Es razonable suponer, en base a los datos (hechos firmes) que poseemos, que Dios creó alguna clase básica de dinosaurios, o varias. Algunos terópodos, que pueden haber incluido al tiranosaurio, podrían haber existido en el Edén.

Sin embargo, dada la perspectiva teológica de la mayoría de los creyentes en la Biblia, sería difícil creer que los animales del Edén eran carnívoros. La alteración de su régimen alimentario pudo haber ocurrido tras la caída, así como los cardos y espinas aparecieron tras el pecado de Adán y Eva.

¿Qué mató a los dinosaurios?

Se han propuesto muchas teorías para explicar esta desaparición:16 (1) un cambio drástico en el clima debido al impacto de un asteroide, y/o un aumento de la actividad volcánica; (2) una ruptura en la cadena de alimentación; (3) o la transformación de los dinosaurios en aves. Muchos cristianos no creen que se transformaran en aves, y la evidencia de una ruptura en la cadena alimentaria ha sido difícil de documentar. La destrucción de los dinosaurios por el diluvio del Génesis encaja bien, dentro de la perspectiva bíblica sostenida por muchos cristianos. Más allá de la cuestión del tiempo, la sepultura de dinosaurios en todo el mundo dentro de sedimentos depositados por agua17 es consistente con el relato bíblico. Además, dada la complejidad del diluvio del Génesis, los impactos de asteroides y el aumento del vulcanismo pueden haber jugado un papel importante en la destrucción de la tierra y sus organismos vivos.

Si los dinosaurios fueron creados por Dios, ¿por qué se han extinguido?

Muchos organismos que los cristianos creen haber sido creados por Dios, se han extinguido. Los sistemas marinos han cambiado drásticamente desde la era antediluviana. Las poblaciones de insectos, anfibios, reptiles y mamíferos son radicalmente distintas. No todo lo que creó Dios ha sobrevivido hasta el presente. Esa probablemente no fue la voluntad divina sino el resultado del pecado humano. Dios actuó continuamente durante el diluvio del Génesis para salvar vidas. Desafortunadamente, no todo lo que se salvó pudo sobrevivir en el mundo postdiluviano.

¿Había dinosaurios en el arca?

Al menos la mitad de las familias de los dinosaurios pudo estar en el arca dado que eran suficientemente pequeños. Es importante recordar que no fue necesario que todas las especies estuviesen allí. Sólo se necesitaban clases o tipos básicos representativos porque reconocemos que existe variación por lo menos dentro de los géneros de seres vivos. Sin embargo, es importante recordar que no hay datos científicos que apoyen esta idea. La creencia en que los dinosaurios estuvieron en el arca de Noé es una afirmación de fe.

Conclusión

Algunos pueden pensar que estas preguntas son ridículas. Sin embargo, los cristianos las plantean porque desean una explicación de la naturaleza que tenga sentido dentro del relato bíblico de la historia de la tierra. Si bien las respuestas aquí ofrecidas pueden dejar algo insatisfechos a algunos, por lo menos suministran una base para comentar e investigar más sobre el tema.

Aún quedan muchas maravillas de la creación de Dios, tanto previas como posteriores a la entrada del pecado, que pueden ser investigadas. Tenemos la promesa de que conoceremos misterios a través del Maestro eterno en la Tierra Nueva. Mientras tanto, como cristianos, debemos estudiar la historia de la tierra con la asistencia divina, a través de la orientación bíblica y la inspiración del Espíritu Santo.

Elaine Graham-Kennedy (Ph.D., University of Southern California) es una geóloga que concentró su investigación en el Gran Cañón de Arizona y en Patagonia, Argentina. Al presente está estudiando un depósito de huesos en Wyoming y trabaja como profesora adjunta de geología en Southwestern Adventist University en Keene, Texas. La Dra. Kennedy ha publicado recientemente Dinosaurs: Where Did They Come From . . . And Where Did They Go? (Boise, Idaho: Pacific Press Publishing Association, 2006), disponible a través de: http://www.adventistbookcenter.com. Email: elainegkennedy@gmail.com.

REFERENCIAS

1. K. Carpenter, K. Hirsch, and J. Horner, Dinosaur Eggs and Babies (Nueva York: Cambridge University Press, 2000), p. 372.

2. M. Lockley, Tracking Dinosaurs (Nueva York: Cambridge University Press, 1991), p. 238.

3. D. Lambert y el grupo Diagram, Dinosaur Data Book (NuevaYork: Avon Books, 1990), p. 320.

4. A. Romer, Vertebrate Paleontology (Chicago: University of Chicago Press, 1966), p. 468.

5. A. Chinsamy-Turan, The Microstructure of Dinosaur Bone (Baltimore: Johns Hopkins University Press, 2005), p. 216.

6. Romer, pp. 148-163.

7. P. Dodson, “Counting Dinosaurs: How Many Kinds Were There?” Proceedings of the National Academy of Sciences 87 (1990), pp. 7608-7612.

8. Lockley, pp. 61-70.

9. Ibid., pp. 71-82.

10. Carpenter, et al., p. 372.

11. http://www.dinosaur-world.com/feathered_dinosaurs/oviraptor_philocerataops.htm.

12. A. Hunt, «Synchronous First Appearance of Dinosaurs Worldwide During the Late Triassic (Late Carnian: Tuvalian),» Geological Society of America, Abstracts with Program (1991), p. A457.

13. G. Faure, Principles of Isotope Geology (Nueva York: John Wiley and Sons, 1986), p. 608.

14. Lambert, et al., p. 320.

15. http://origins.swau.edu/papers/evol/gibson/default.html: Ponencia de J. Gibson, “Creation and Evolution: A Look at the Evidence” (1999).

16. http://www.priweb.org/ed/ICTHOL/ICTHOL04papers/04.htm: Opúsculo anónimo que resume una variedad de explicaciones para la extinción de los dinosaurios.

17. Lambert, et al., pp. 230-261.

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